El francés para la ciudadanía se demuestra con el TEF
Jun 20, 2024Escrito por Gabriela Estrada
En Canadá, cuando un inmigrante tiene que demostrar que habla el francés cotidiano, social o de calle, es porque va a solicitar la ciudadanía, y para ello debe presentar el reconocido examen TEF (Test d’evaluation de français), que permitirá evaluar su comprensión y expresión oral en francés.
En este artículo de Planeta Immiland, nuestra escuela de idiomas con enfoque migratorio, le contamos aspectos particulares de este test a través de la historia de Juan Carlos, un mexicano residenciado en New Brunswick que decidió compartir su experiencia sobre lo mucho que le costó aprobar el TEF y qué hizo para superar la prueba y hacerse ciudadano.
¡Vamos con su historia!
Hola, mi nombre es Juan Carlos, soy de México, y quiero compartir mi historia con el TEF para que otros hispanos francófonos como yo no tengan que perder tiempo y dinero cuando llegue el momento de solicitar la ciudadanía canadiense.
Hace más de cinco años que vivo en Moncton, New Brunswick. Soy informático y ejerzo mi profesión de forma remota desde mi hogar. Siempre me he desenvuelto bien con el francés dentro de mi entorno, uso las mismas frases que mis colegas, el vocabulario técnico típico de los informáticos, el saludo formal para mis jefes, algunos chistes con mis amigos, en fin, he estado apegado a la lengua francesa desde mi zona de confort académica y laboral. Puedo leer y escribir en francés y comprender perfectamente bien el texto, pero jamás pensé que estaría tan deficiente en el habla y la escucha, tal vez porque no me desenvuelvo tanto a nivel social con mis vecinos o en la calle.
Hace poco busqué aplicar a la ciudadanía y, además de otros requisitos, creí que cumplía con el francés a un nivel conversacional óptimo, hasta que acudí a presentar el famoso TEF. Estuve varios meses intentando pasar la prueba, pero aplacé dos veces; no entendía lo que me decían los entrevistadores en la parte oral y se me trababa la lengua al buscar palabras o frases comunes del día a día. Sentía que me enfrentaba a algo más grande que yo, y caí en cuenta de que no estaba preparado para el TEF. En realidad, carecía de destreza oral y auditiva para descifrar las conversaciones cotidianas más complejas con mis propios vecinos, me faltaba conocer más los giros de frases locales que suelen entrelazarse en los diálogos y me empecé a preocupar por mi ciudadanía.
Pasé varios meses posponiendo la prueba, pero pudo más el deseo de cambiar mi estatus migratorio y, literalmente, me empecé a preparar para el examen, busqué libros de texto y guías de estudio enfocados en materiales específicos para el TEF que incluyen ejercicios de práctica y simulacros de examen. No obstante, aún me sentía un poco abrumado porque necesitaba que alguien me dijera que iba por buen camino, pensaba: la tercera vez es la vencida, y no quería fallar, así que no lo dudé más y me inscribí en un curso en línea de preparación intensiva para el TEF, pero esta vez puse énfasis en las habilidades lingüísticas requeridas.
Para la solicitud de la ciudadanía canadiense el formato del examen es de:
- Comprensión oral: 40 min - 40 preguntas.
- Expresión oral: 15 min - 2 temas a cubrir.
Y la prueba debe completarse el mismo día para que las autoridades canadienses reconozcan el certificado. Estas secciones del examen evalúan la habilidad para entender el francés hablado en diferentes situaciones y la capacidad de expresarse de manera clara y coherente, lo cual era crucial para alcanzar mi deseo de integrarme plenamente en la sociedad y obtener la ciudadanía, y era justo la parte que más me preocupaba.
En cuanto a la comprensión oral, lo mejor que decidí fue escuchar activamente noticias, conferencias y debates en francés, y le prestaba especial atención a la pronunciación y entonación. También, escuchaba audiolibros en francés mientras seguía las transcripciones para asociar sonidos con palabras escritas.
Para la expresión oral, participaba en conversaciones y buscaba oportunidades que me permitieran hablar en francés, ya fuera con amigos, en grupos de estudio o incluso con hablantes nativos a través de intercambios lingüísticos en una tienda, en el metro, en los parques, etc. Comencé a asistir virtualmente a clases y clubes enfocados en mejorar la pronunciación y fluidez al hablar.
Estas estrategias me ayudaron mucho a familiarizarme con el francés hablado de una manera diferente que jamás había imaginado, y con la asesoría canalizada de mis profesores de idioma y la participación en el club de conversaciones me sentía bastante apto para presentar el TEF, y esta vez con el dominio del tiempo para cada sección. Finalmente, llegó el día de superarme a mí mismo, ya había hecho varios simulacros del TEF y sabía muy bien las frases cotidianas y las expresiones coloquiales que me podían preguntar durante la prueba.
¡Por supuesto que pasé! y al poco tiempo obtuve la ciudadanía, pero el camino fue de empeño y dedicación constante y enfocado en pasar la prueba.
Ahora, solo me resta agradecer a todos los que me apoyaron durante mi aprendizaje, amigos, vecinos, profesores del curso y compañeros del club de conversación. Solo y encerrado en mi casa no hubiera aprendido tantas nuevas expresiones del francés de calle, ese que te hace parte del país como un ciudadano más cuyo francés suena natural y favorece una comunicación efectiva.
Lo mejor que pude hacer fue prepararme para aprobar el TEF, ahora soy ciudadano canadiense, me siento plenamente integrado a la sociedad y a la cultura de este, mi país adoptivo. Por fin, tengo derecho al voto y, si quisiera, podría ejercer un cargo público, pero seguiré en mi mundo informático desde casa, enfatizando siempre que antes de presentar el TEF o cualquier otro examen similar busquen la asesoría de un profesor especialista en idioma con fines migratorios, se ahorrará mucho tiempo y dinero desde el principio.
Espero que mi historia sirva de experiencia a quienes requieren aprobar el Test d’evaluation de français y ojalá que también puedan compartir el logro de hacerse ciudadano canadiense.
Gracias por leerme
Juan Carlos
Planeta Immiland se complace en presentar este testimonio de superación que afianza aún más nuestro compromiso con la enseñanza del francés para un futuro distinto y libre de barreras idiomáticas en Canadá. Ver nuestros cursos y servicios completos, aquí.
Con amor,
Planeta Immiland
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